miércoles, 28 de mayo de 2008

Diógenes contra Alejandro

Tú mismo eres para ti mismo enemigo, el más irreconciliable y el más temible, mientras seas a la vez vicioso y necio.
Dión de Prusa, De la realeza IV, 56.

viernes, 23 de mayo de 2008

Elogio de la duda

Pirrón consideraba la afasia y la ataraxia y, según una expresión que parece haberle sido más familiar, la adiaforia y la apatía, como el último término al cual deben tender todos nuestros esfuerzos. No tener opinión ni sobre el bien ni sobre el mal: ese es el medio de evitar todas las causas de la inquietud. La mayor parte de las veces, los hombres se hacen desgraciados por su culpa; sufren porque están privados de lo que creen que es un bien, o porque, poseyéndolo, temen perderlo, o porque sufren lo que creen que es un mal. Suprimid toda creencia de este género, y todos los males desaparecen. La duda es el verdadero bien.
V. Brochard, Los escépticos griegos.

lunes, 12 de mayo de 2008

Epicureísmo romano

Mañana, a partir de las tres, querido Pisón,/ tu amigo, amante de la poesía, te invita a su modesta casa a cenar/ por el aniversario del día veinte. Aunque no vayas a encontrar/ ubres, ni brindis con vino de Quíos,/ sí tendrás a la vista a tus amigos, sí escucharás historias/ mucho más agradables que las de la tierra Feacia./ Y si alguna vez vuelves tu mirada hacia mí, Pisón/ celebraremos un día veinte ya no frugal, sino más sustancioso.
Filodemo de Gadara, Invitación para una cena.

sábado, 10 de mayo de 2008

Posesión demoníaca

El punto absolutamente esencial, en este método irónico, es el camino que recorren juntos Sócrates y su interlocutor. Sócrates finge tener que aprender algo de su interlocutor: en esto consiste precisamente la autodesvalorización irónica. Pero, de hecho, mientras parece identificarse con su interlocutor, mientras parece adoptar por completo su discurso, al final, el interlocutor es quien, inconscientemente, adopta por completo el discurso de Sócrates, se identifica con él, es decir, no lo olvidemos, con la aporía y la duda: pues Sócrates no sabe nada, sólo sabe que no sabe nada. Una vez concluida la discusión, el interlocutor no ha aprendido nada. E incluso, ya no sabe nada en absoluto. Pero, a lo largo de la discusión, ha experimentado en qué consiste la actividad del espíritu; es más, se ha convertido en el propio Sócrates, es decir, en la interrogación, el cuestionamiento, el distanciamiento consigo mismo, es decir, en definitiva, la conciencia
P. Hadot, Elogio de Sócrates.

viernes, 9 de mayo de 2008

Contra el Partido-Iglesia

No fueron ni Montaigne, ni Locke, ni Bayle, ni Spinoza, ni Hobbes, ni lord Shaftesbury, ni Collins, no Toland, etcétera, los que levantaron el estandarte de la discordia en su patria. La mayor parte de las veces fueron los teólogos que, deseando ser jefes de sectas, terminaron en jefes de partido.
Voltaire, Carta sobre Locke.

martes, 6 de mayo de 2008

Mística materialista

La amistad recorre en danza el mundo habitado y, como un heraldo, nos da a todos la proclama de que despertemos a la celebración de la felicidad.
Epicuro, Sentencias Vaticanas, 52.

jueves, 1 de mayo de 2008

Disyuntiva

Reconocí inmediatamente las dos posibilidades que se me ofrecían: parque zoológico o variedades. No lo dudé. "Concentra todo tu esfuerzo en ir a variedades --me dije--, ésta es la salida, el parque zoológico significa sólo una nueva jaula con barrotes, si entras en ella estás perdido".
Kafka, Un informe para una academia.

Pablo Lópiz Cantó

Para una filosofía de la inmanencia