viernes, 21 de enero de 2011

Muerte accidental...

Ha muerto Mohamed Reda, de 16 años, quien el pasado 8 de enero realizó su "vuelo" al más estilo Pinelli. Desde un quinto. Nadie le escribirá una obra de teatro. Pero es que en la actualidad el buen teatro no se escribe ni representa. Ahora se acciona. Lo hicieron los cuarenta chavales como los cuarenta ladrones del cuento de Alí-Babá. Hace apenas una semana. Teatro de calle. Teatro subversivo al estilo de los Diggers de San Francisco, pero ya sin mitologías de paz y amor ni del poder de las flores. Arte situacionista. Espero con atención a que tenga lugar un nuevo happening, la definitiva performace.

martes, 18 de enero de 2011

El mundo no es de los hombres

Mrs. Ícaro

No soy la primera ni la última
en permanecer sobre una loma
viendo al hombre con el que se casó
demostrar al mundo
que es un total, completo, absoluto, Sobresaliente
[gilipollas.

Carol Ann Duffy, The World's Wife
Mi torpeza a la hora de traducir poesía me obliga a escoger (para minimizar los destrozos) uno de los más breves poemas del fascinante libro de Carol Ann Duffy, El mundo de las esposas. En él, la escocesa afincada en Manchester desgrana voces que apenas sí habíamos sospechado existieran. Voces de mujeres que traicionan la perspectiva de los héroes que configuran nuestro imaginario. Los héroes de la mitología griega o cristiana. Pero también los héroes de nuestra historia reciente. Nuestras últimas mitologías. Elvis o Darwin. Freud. No importa.

Recuerdo que hace ya un tiempo el escritor Raúl García me habló de su proyecto de recomponer algunos mitos clásicos desde renovados enfoques. Algunas de estas relecturas, como aquella inolvidable en que se entrelazaran Teseo, el Minotauro y Ariadna, se pueden encontrar en su libro Calderilla. El libro de Carol Ann Duffy se sitúa en esta misma estela. Son muchos los poemas que de su libro me fascinan. Hay uno, sin embargo, que me resulta definitivo. Habíamos permanecido algunos --yo, por desgracia (maldito desde hoy sea Blanchot), he sido uno de ellos-- presos de la voz y la mirada de Orfeo. La autora me devuelve como en un relámpago, la voz de Eurídice. Como en sus ácidos Diálogos de los muertos hiciera Luciano de Samósata, Carol Ann Duffy nos ofrece la percepción de la muerta que descansa ya, harta de ser la Musa, harta de tanto músico y poeta.

PD.: Según el wikipedia, Duffy es Poet Laureate, es decir, poeta de la corte de Inglaterra, desde abril de 2009. Es la primera mujer y la primera persona abiertamente homosexual que obtiene el puesto.

sábado, 15 de enero de 2011

Para que no cese la rabia

Hoy, en el periódico de la mañana, se informa de la huída de Zine el Abidine Ben Alí tras 23 años de autocracia en Tunisia. Su derrota había sido anunciada en la frase que los manifestantes tunecinos habían coreado durante las últimas jornadas:

"O nos matáis a todos u os vais".

El primer golpe ha resultado efectivo. Ahora otros tratarán de ocupar su lugar, de hacer pervivir el orden viejo bajo un tinte nuevo de democracia. ¿Se agotará la revuelta? Hace tiempo que no parece apropiado seguir usando conceptos como los de “ciclo de luchas” o “rizomas”. Los combates se dan aislados. Estallan para, a continuación, dejar paso a un silencio que sólo resulta interrumpido por otro estallido en otro lugar, sin aparente continuidad alguna. No se detecta contagio ni comunicación entre los diversos focos de resistencia que, como fogonazos brevísimos, iluminan el lado oscuro de nuestras vidas. La salida de Ben Alí del país y del gobierno no debe ser entendida como una victoria definitiva. Es, sin duda, un logro en el conflicto, como lo es la liberación de los detenidos durante los altercados. Lo inesperado ha acontecido. El espacio de lo posible se ha abierto al afuera. Ahora bien, esta apertura no supone de ninguna manera la llegada del reino de la libertad o la aurora prometida. A partir de este momento tendrá lugar una recomposición de las estrategias de dominación política. En ese sentido, la fuga del mandatario no representa sino una medida, entre otras posibles que se tomarán, para estabilizar la situación y apagar la exuberante expresión de la potencia rebelde de la población tunecina. Ben Alí está acabado. ¿Lo estará también la revuelta?

jueves, 6 de enero de 2011

Arde el mar

Lo leo en El País, periódico que, por lo demás, detesto. Ni siquiera se preocupa de la corrección ortográfica. Qué pensar, pues, de la veracidad de sus noticias. Me interesan, con todo, ciertas informaciones:

Mohamed Bouazizi. Tunecino. 26 años. Licenciado en informática. En paro. Para subsistir se dedicaba ilegalmente a la venta ambulante de frutas. Asediado por la policía, el 17 de diciembre de 2010 se rebela contra lo insoportable. Se quema a lo bonzo frente a la sede del Gobierno Civil en la ciudad de Sidi Bouzid.

El fuego en que arde Bouazizi se extiende por todo Túnez. Las movilizaciones proliferan, desde las pequeñas ciudades hasta llegar a la capital, donde miles de personas se manifiestan. El 24 de diciembre, en Mezel Bouzayane otro joven se lanza contra el tendido eléctrico mientras grita contra el paro. Se suman a él dos muertos por sendos impactos de balas disparadas por las fuerzas del orden. La represión se extiende sin que las movilizaciones cedan.

El miércoles 5 de enero de 2011, 5.000 asistentes al entierro de Bouazizi corean una consigna definitiva:

"Hoy te lloramos, pero mañana haremos llorar a los que te han empujado al suicidio".

Durante esta última madrugada del jueves las protestas se han extendido a una decena de ciudades de Argelia. En Orán cientos de jóvenes se enfrentaron muy violentamente contra la policía. El Mediterráneo está en llamas.

Pablo Lópiz Cantó

Para una filosofía de la inmanencia